Por Claudia Triana de Vargas
Este estudio “Impacto del sector cinematográfico sobre la economía colombiana: situación actual y perspectivas” realizado en el año 2000 por Fedesarrollo, y solicitado por iniciativa del Ministerio de Cultura – Dirección de Cinematografía y Proimágenes en Movimiento, cobra vigencia hoy, gracias a la importancia que tuvo en el desarrollo de la nueva Ley 814 del cine que sancionó el Presidente de la Republica el 2 de julio de 2003, la labor pionera de investigación del sector y la validez actual de sus apreciaciones.
El objetivo principal de este estudio fue el de superar una carencia de información en el momento en que se estaba gestando una legislación que permitiera el desarrollo sostenible del cine como industria en Colombia, y por eso comprende un análisis de la dimensión de este mercado en el país, la estructura del mismo, la cuantificación de su aporte al producto interno bruto detallando diferentes variables como el consumo, el valor agregado, el empleo generado por toda la cadena de la producción, y una comparación de la evolución del sector con aspectos esenciales de los de otros países.
Cuando se inició este trabajo no se había realizado una investigación integral de la actividad cinematográfica desde el punto de vista económico y que entendiera al cine como una cadena de producción conformada por la realización, la distribución y la exhibición de películas.
Dada la importancia del estudio, que debía aportar de manera rigurosa una base sólida para confirmar que en Colombia, como en los otros países el cine puede tener un impacto significativo en la economía nacional, Proimágenes en Movimiento contrató a la Fundación para la educación superior y el desarrollo (Fedesarrollo), entidad experta en proyectos de investigación sobre temas de interés nacional.
La investigación duró cinco meses, durante los cuales se tuvieron que sortear problemas tan complejos como el de la escasa disponibilidad de estadísticas del sector cinematográfico, y fue necesario utilizar fuentes primarias y secundarias de información buscando siempre obtener datos e indicadores confiables.
Para el desarrollo del trabajo se llevaron a cabo encuestas a los productores de películas nacionales durante los años noventa, entrevistas con funcionarios del sector y con varios expertos internacionales. Esta información fue complementada con datos provenientes de otras fuentes, tales como balances de las empresas publicados por la Superintendencia de Sociedades, y estudios internacionales sobre el cine en América latina, Estados Unidos y Europa. A partir de lo anterior se pudo hacer un diagnóstico claro sobre la situación del cine en Colombia, y un conjunto de recomendaciones para contribuir a establecer un sistema de regulaciones que garantizaran unas condiciones de estabilidad, participación y recuperación económica para todos los actores de esta cadena industrial.
A partir de este diagnóstico, Fedesarrollo planteó las siguientes recomendaciones que han orientado la política cinematográfica de los últimos años. La necesidad de que haya apoyo estatal para poder consolidar la industria del cine en el país, dando incentivos y opciones de financiamiento a la producción, exhibición y distribución, subsanando así deficiencias detectadas por el estudio; la creación de un fondo parafiscal que provea de recursos financieros al sector, diferentes a los del presupuesto nacional; la generación de subsidios estatales dirigidos especialmente a la formación de talento; y la creación de un sistema de información que mejore la calidad estadística de las cifras del sector, y permita sustentar análisis y diseñar proyecciones acertadas.
Mediante del trabajo articulado entre la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura y el Fondo Mixto de Promoción Cinematográfica “Proimágenes en Movimiento”, y gracias a estudios como éste, poco a poco se ha ido comprendiendo la idea de que el cine, aparte de ser sustancialmente una actividad cultural testimonio de la identidad y memoria de un país, tiene alta potencialidad económica como cadena productiva y puede competir en el mercado nacional e internacional si se crean las condiciones propicias.
La industria y el mercado del cine en Colombia: tamaño, evolución, estructura y aporte económico
Como en otros países, la industria del cine en Colombia está estructurada en cadenas, cuya conformación básica es común: productores, distribuidores mayoristas y distribuidores minoristas, llamados para este caso respectivamente productores, distribuidores y exhibidores.
La industria del cine, a su vez, interactúa, en diferentes mercados, con distintos proveedores de insumos, nacionales y extranjeros, y con compradores finales en las salas de cine e intermedios en las industrias de televisión y video, entre otras, conocidas estas últimas como otras ventanas.
En este capítulo se analiza la magnitud, estructura y comportamiento económico de la industria del cine en Colombia, enmarcando dichos aspectos en el contexto internacional expuesto en los capítulos I y II.
El mercado del cine en Colombia
Tamaño del mercado y evolución
El mercado del cine en Colombia se ha visto muy afectado en los últimos dos años, especialmente en 1999, por causa principalmente de la recesión económica. Algunos exhibidores estiman que para este último año la asistencia al cine puede ser solo 16 millones de espectadores, inferior al promedio del período 1992-1997, el cual fue de 22.9 millones.
El crecimiento del número de espectadores ha sido negativo en la última década, pues la cifra para 1998 (18.3 millones) es inferior a la del año 1992 (23 millones). En la ciudad de Bogotá, principal mercado para el cine en el país (más del 40% del recaudo bruto en taquilla), los principales consumidores de cine son las personas de menores recursos (estratos 1, 2 y 3). En esta ciudad el 70% de los asistentes a cine corresponde a estos estratos, aunque solo representa el 30% del total poblacional de los mismos estratos.
Entre tanto, los consumidores de mayores recursos (estratos 4, 5 y 6) representan solo el 30% de la asistencia a cine, pero corresponde al 50% del total de la población de estos estratos. Sin embargo, consultadas algunas opiniones autorizadas del sector, éstas conceptúan que las personas de los estratos 1 y 2 no tienen ingresos suficientes para comprar una boleta de cine y por tanto no podrían conformar una mayor participación de la asistencia a cine en conjunto con el estrato 3.
Como punto de comparación internacional, en 1997 cada colombiano asistió, en promedio, solamente 0.6 veces a cine. Este indicador no difiere mucho para otros países latinoamericanos, siendo de 0,7 para Argentina, 0.6 para Brasil, 0.5 para Chile y 0.4 para Venezuela, mostrando en todos estos casos procesos evolutivos similares al de Colombia de disminución de la demanda por el cine. En otros países y regiones la situación es más favorable, como son los casos de Estados Unidos, en su mercado hispano (sobre el cual existen estadísticas disponibles y es más afín al mercado latinoamericano), con un índice de 6.7 veces por habitante-año, España, con 2.5 veces y, México, con un índice más bajo pero que llega a 1.04.
La disminución en la demanda de cine en Colombia puede atribuirse a una serie de factores concurrentes. Aunque no existen cifras al respecto podría plantearse como primera hipótesis que la principal disminución de espectadores que experimentó el país de los años 80 hasta hoy día (66 millones de espectadores en 1983 y solo 16.0 millones en 1999) estuvo concentrada en personas de menores recursos.
La liberación del precio de la entrada a cine a partir de 1988 (hasta ese año existía control de precios), posiblemente impulsó la estrategia de los exhibidores en la última década de atraer espectadores de mayores recursos a través de inversiones del tipo multiplex, las cuales ofrecen un mejor servicio al consumidor, aspecto que se había vuelto crítico en las décadas anteriores.
En segundo lugar, puede mencionarse como principal factor de la disminución de la demanda la aparición de una serie de alternativas o medios para la presentación de películas (videos caseros, antenas parabólicas de tipo formal pero principalmente informal, televisión por cable y televisión satelital), además de una mayor oferta al público en general de otros medios para utilizar el tiempo libre (como programas en vivo, coliseos cubiertos, centros comerciales, entre otros).
La disminución de la demanda ha sido enfrentada por la industria con una reestructuración de la oferta, de tal forma que se pasó de salas de gran tamaño (800 a 1.000 sillas) y una sola pantalla, con altos costos de mantenimiento, servicios públicos y área edificada, por espectador, a un sistema llamado multiplex. Este sistema consiste en construir teatros de mediano y gran tamaño pero compuestos de varias salas pequeñas (150 a 300 sillas por pantalla), ubicados preferentemente en centros comerciales, que ofrecen además servicios de parqueo para vehículos, restaurante, almacenes de diverso tipo, y seguridad, etc.
Bajo el sistema multiplex el espectador tiene la posibilidad de seleccionar su película preferida entre una oferta que puede ir de 2 a 5 o más películas presentadas simultáneamente. En opinión de algunas personas entrevistadas para este estudio este proceso de ofrecer al tiempo y en el mismo lugar una más amplia gama de productos fue viable gracias a la liberación de precios de las entradas a cine en 1988 y a la disminución posterior de la carga impositiva indirecta sobre dichas entradas (Iva 12%, fomento del deporte 10% y Focine 16%), que quedó sólo en el 10%.Por otra parte, la exhibición de largometrajes en Colombia está sumamente concentrada desde el punto de vista geográfico, de tal forma que el 36% de las pantallas existentes está ubicado en Bogotá, el 10% en Medellín, el 8% en Cali y el 7% en Barranquilla.
Estas ciudades concentran el 60% del número total de pantallas. Además, de los 1.160 municipios con que cuenta el país, solamente 51 municipios (menos del 5%) cuentan con salas de cine. Por supuesto, en las cuatro o cinco principales ciudades, se concentra la mayor proporción de la población del país.
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FONTE
Observatorio del Cine y el Audiovisual Latinoamericano
Ano de publicação: 2003
Foto: Cena do filme “Maria Cheia de Graça” (2004), de Joshua Marston.
Link para download: http://bit.ly/cDCDhF